El trabajo personalizado y en grupos pequeños se adapta a las necesidades específicas de cada niño/a y, por tanto, garantiza su progreso.
Planificamos nuestras acciones siguiendo unas pautas activas, participativas, personalizadas, socializadoras, motivadoras y potenciadoras de la autoestima y del éxito. Todo ello encaminado a conseguir que nuestros niños y niñas sean responsables, autónomos, sociables y tolerantes.
El instrumento de trabajo es el juego, y en este contexto el profesional reconoce el momento oportuno para entrar y salir de la situación lúdica. Sus intervenciones tienen una intención educativa a partir de la cual es preciso identificar con quién, cuándo y cómo es necesario participar en el juego.