"Itxaso desprende es dulzura, amor, paciencia y alegría"
Mi hija Mía estuvo el pasado curso en casa de Itsaso, en Ripagaina. Fue su último año antes de empezar el cole, ya que hasta ese momento había podido estar en casa. Teníamos muy claro que la mejor opción sería la más parecida a lo que ella había vivido hasta el momento, y no nos equivocamos eligiendo a Itsaso.
A ella le sobra experiencia y profesionalidad. Pero si algo desprende es dulzura, amor, paciencia y alegría. Transmite seguridad desde el primer momento. Nuestra experiencia fue increíblemente positiva. Nuestra hija había estado 2 años y 8 meses en casa y no le costó nada adaptarse.
Por un lado, cabe destacar el entorno. Tan familiar, tan personal… Una casa con otros cuatro niños y niñas, con sus necesidades tanto físicas como afectivas cubiertas de forma impecable, con una atención casi exclusiva. Además, el hecho de que sea un grupo tan reducido favorece que los niños/as apenas enfermen en todo el año.
Por otro lado, lo que ya he comentado y lo más importante; la persona. Itsaso me dio la tranquilidad que necesitaba para volver al trabajo. Dejar a mi hija con ella era casi como tenerla conmigo, con una confianza absoluta. Mía creó un vínculo precioso con Itsaso y hoy en día, estando ya en el cole, se acuerda de ella casi a diario. Seguramente se acordará siempre.
Gracias Itsaso; fue un regalo contar contigo.